sábado, 13 de agosto de 2011

Sonrisa triste

En mi rostro se dibuja una sonrisa.Pero, ¿por qué en tiempos difíciles siempre tengo una sonrisa? La respuesta es sencilla: seguir. A pesar de los problemas, uno siempre debe mirar adelante, mirar a un posible futuro. Tal vez no lo sabías, pero una simple sonrisa nos hace más fuertes, nos hace capaces de poder seguir. Algo tan simple como una sonrisa, puede salvar vidas. Uno nunca lo piensa de esa forma, sólo se limita a decir "ese chico está sonriendo, debe ser feliz". Pero, ¿alguna vez le preguntaste a ese chico por qué sonreia? O muchas veces nos preguntamos, cuando vemos un chico en la calle, sin ropa, casi desnutrido, sonriendo, ¿por qué es feliz ese chico? A veces no sólo las cosas materiales nos dan felicidad, a veces los que menos tienen, son más felices que los que más tienen. Tal vez aquel chico que vimos en la calle, que no puede comer un asado o salir a bailar, pero tiene una familia, amigos y un pedazo de pan, le alcanza para poder ser feliz. Y sabés ¿por qué? Porque él no conoció lo que es el gusto de la carne o divertirse en un pub. Pero si conoce lo que es la amistad y lo que es el amor. Cuanto más cosas tiene uno, más cosas quiere y le dejamos de dar el valor que merecen las simples cosas que tenemos. Las dejamos a un lado, las olvidamos. Y son esas simples cosas, las que nos hacen felices. Alguno dirá "mirá que no voy a saber lo que es la amistad, si tengo miles de amigos". Pero la amistad no se basa en tener miles de amigos, sino en tener unos pocos que nos sean fieles, y esten cuando uno los necesita. Otros dirán "mira que no voy a saber lo que es el amor, si amo un montón de cosas". Pero el amor es más que el amar una cosa. El amor es poder y saber amar a alguien. Poder amar a nuestra familia o a nuestros amigos. O tal vez aquel chico sólo sonreía, para ocultar la tristeza que lo invade por dentro.
Una sonrisa puede tener muchos significados. Pero solemos darle uno solo. Puede significar tristeza también. No hay dejarse llevar por lo que se ve y arriesgarse a más. Animarse a preguntarle a aquella persona que sonríe de oreja a oreja, por qué sonríe. Si sonríe de felicidad, lo vamos a hacer sentir mejor contándonos que es lo que lo hace tan feliz. Si sonríe de tristeza, se va a poder desahogar contándonos que es lo que lo hace tan triste.
Hay que animarse a sonreir. Hay que animarse a querer seguir. Hay que animarse a más, no limitarse a lo que se ve. Una sonrisa nuestra puede ayudar a alguien que se siente triste, a que este mejor. Y si eso no basta, deberíamos buscar la forma de hacerlo sonreir, tratar de sacarle una sonrisa. Aún en tiempos difíciles uno tiende a sonreir. Nunca se debe dejar de hacerlo.

SB

martes, 2 de agosto de 2011

Perdón y Gracias

No sé que le hiciste a mi corazón, pero con tan sólo una sonrisa cambiaste mi vida entera. Me ayudaste a levantarme cuando estaba mal herida y creía que ya nada valía la pena. No nos habíamos visto, ni nos habíamos tocado y ya sentía que algo dentro mio iba cambiando. Algo estaba pasando en el lado izquierdo de mi cuerpo. Cuando por fin llegó el día de vernos, una extraña sensación invadió mi ser cuando te vi bajar del tren, y vi tu figura, ahí parada en el andén. Te vi caminar hacía mí. No sabía como reaccionar. No sabía si salir corriendo en sentido contrario, o salir corriendo a abrazarte. Después de tanto esperar, allí estabas, junto al tren, esperando por mí. Desde ese día nada volvería a ser lo mismo en mi vida. Las horas pasaron y cuando la situación se dio, nuestros cuerpos se entrelazaron y nuestros labios se encontraron con un dulce y tierno beso. Fue en ese preciso momento que comprobe que lo que sentía era de verdad, que no era un sueño, que no era pasajero. Los días pasaron y llegó el día de tu partida. Ver tu cara del otro lado del vidrio. Yo parada en la estación, contemplandote. Pusiste tu mano en el vidrio. Yo puse la mía. Y luego de unos segundos, la campana sonó, y de a poco, fuiste desapareciendo en el horizonte. Sabía que te volvería a ver, pero no sabía cuando.
Y así fue durante meses. Vernos bajar del tren sonriendo. Yendonos con los ojos llenos de lágrimas. Supimos superar ese obstáculo. Con el paso del tiempo te amaba cada vez más. Llegaste a ser parte de mi vida. Fuiste, lo más importante que tenía. Por ti vivía. Compartimos muchas cosas. Muchos recuerdos que hoy siguen vivos en mi. Regalos y fotos que hoy cuelgan de alguna repisa en mi habitación.
Pero un día algo cambio. Alguien engaño a mi corazón y lo hizo sentir cosas que no debía. Y así, como una estúpida, fue que te deje partir. Sin darme cuenta de lo que eras para mí en realidad, sin darme cuenta de cuánto me amabas, te deje ir. Te lastimé. Te hice llorar por días. Eso nunca me lo voy a perdonar. Fui tan estúpida. Comprobé que el dicho que dice "uno nunca valora lo que tiene, hasta que lo pierde", es verdad. No valoré tu presencia. Hoy lo estoy pagando. Lo sé. Todo lo que me pasa es por eso. De a poco la vida me va haciendo entender lo mal que estuve. Me esta haciendo vivir, lo que vos pasaste. Aunque creo que no es suficiente. Tal vez me merezca algo más que esto.
Cuando logré darme cuenta de las cosas, de que tenías razón cuando me decías que lo que sentía en esos momentos era pasajero, ya era tarde. Como casi siempre que nos damos cuenta de que estamos mal. Quise recuperarte, pero ya tenías otro amor. Un día pensé que podía llegar a vos, y volver a unirnos, pero me equivoqué. Sólo fue aquel beso de despedida que nunca habíamos tenido. Y así fue que todo terminó.
Cuando llegué a mi casa mil imágenes se cruzaron por mi mente. La estación. El tren. Los besos. Los abrazos. Los regalos. Momentos vividos. Viajes. Peleas. Llantos. Risas. Todo cruzó en un segundo. Fue un gran pantallazo de todo lo vivido con vos. De todo lo que había perdido. De todo lo que en verdad eras para mi.
Hoy ya no tengo a mi lado, pero puedo decir que me conformo con ser tu compañera, tu amiga, tu consejera, o la que simplemente te escucha. Te agradezco que a pesar de todo lo que te hice, supiste perdonarme. No pretendo que me entiendas, pero con tu perdón me basta. Perdón y Gracias.