¿Cómo evitar lo que siento? ¿Cómo evitar gritarle al mundo
lo que eres para mí? Uno siempre dice que no va a volver a tropezar con la
misma piedra. Pero uno, a veces, se puede equivocar. Suelo pensar que me gusta
sufrir, que no logro aprender las lecciones de vida por las cuales voy pasando.
Hasta he llegado a pensar que me gusta tropezar con la misma piedra, y que
estoy enamorada de ella. Me dije a mi misma “no volverá a ocurrir”, y allí me
vi, tendida de nuevo en el suelo, intentando disimular mi caída. Uno se cree
muy fuerte, capacitado para eludir los errores, hasta que se da cuenta de que
no lo es. Es ahí donde chocamos con la realidad de lo que en verdad somos, de lo
que en verdad sentimos.
Ya nada volverá a ser lo mismo, ya nada volverá a ser como
antes. Ya eres parte de mi vida, ya no hay vuelta atrás. Siempre serás parte de
ella, ya sea como un triste pasado, como un alegre presente, o como un incierto
futuro. Ya no hay forma de que salgas. Y tampoco quiero que lo hagas. A pesar
del poco tiempo que nos separa desde el día en que nos conocimos, aprendí a
valorarte y quererte tal y como eres, con tus locuras, tus caprichos, tus
planteos, tus defectos, tus virtudes. Pude encontrar en vos, a una persona que
me estaba haciendo falta. Alguien con quien poder hablar horas y horas, olvidándome
de los problemas cotidianos. Alguien que supo escucharme sin importarle la hora
que sea y el motivo por el cual le hable. Alguien que supo aconsejarme en todo
momento. Alguien que me brindo toda su confianza. Alguien que se mostró tal
cual era, que fue transparente como un cristal y sincero como un niño. Alguien con
quien poder reír sin motivo. Alguien con el cual me sentía cómoda. Alguien que
me hizo sentir como una mujer. Alguien que me trata con cariño, con ternura. Alguien
que me respeta ante todas las cosas. Alguien que me valora por lo que soy como
persona. Alguien con el cual disfruto mí tiempo a su lado, como si fueran los últimos
segundos de vida. Alguien que sé que no me va a fallar, que siempre va a estar,
tanto en los buenos, como en los malos momentos. Alguien a quien me dolería perder.
Alguien con el cual me gustaría compartir el resto de mis años, sin importar el
tipo de relación. Alguien al cual nunca, pase lo que pase, voy a olvidar.
Aunque todos estos sentimientos queden en el silencio, en
aquel rincón, quería que aunque sea vos, supieras que existen.
SB
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