Mi mente y mi corazón se encuentran en un remolino de vaya a saber qué. Puede ser un remolino de pensamientos mezclado con sentimientos. Mil ideas dan infinitas vueltas en mi mente. De tantas tantas vueltas que dan, no me dejan saber que pensar, que está bien, que está mal, quién eres en mi vida, qué sientes, a qué quieres llegar. Pero estas ideas se entrelazan con los sentimientos. Aquellos sentimientos que hoy sentimos, pero tememos decirlos por miedo de lastimar a la otra persona. Pero creeme. Si de verdad se siente, no lastimamos a nadie. Sólo tienes que decirlo y dejar que la otra persona decida si la lastima saber que se siente amada, cuidada, protegida por una persona a la cual de verdad le importa. Muchas veces hay que guardar los sentimientos, en un cajoncito. Pero muchas otras hay que dejarlos en la mesita de luz. Si, a la vista de todos. Bueno si no quieres en la mesita de luz, sólo dejalos donde esa persona los vea. Y asegurate de que lo haga.
Y con todo este rejunte de palabras, aparecen mis sueños entrelazados con mis ideas y sentimientos. ¿Qué cuál es mi sueño? Mi sueño es poder vivir sin tener que pensar en todas estas cosas. Poder vivir sin preocupaciones, sólo aquellas que no tengan que ver con el amor, que no tengan que ver con vos. Sueño con vivir sabiendo que te encuentras feliz a mi lado, y orgullosa de sentir lo que sientes. Si, ya sé que no es fácil, pero nunca dije que las cosas eran fácil. Si realmente es lo que quieres, si realmente es lo que sientes, no importa el nivel de dificultad. Lo que en verdad importa es lo que vos sentis.
SB
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